"En efecto. Vivimos una crisis del sistema donde todo está interconectado. La crisis es financiera, económica, climática, alimentaria, migratoria. Una crisis que toca la gestión mundial, porque no hay ninguna institución mundial que goce de real credibilidad. El G20 no es más legítimo que el G8. Y las Naciones Unidas no logran jugar el rol previsto por su Carta.

Es verdad que esta crisis es el producto del avance de la desregulación, pero está también ligada al mismo sistema. El mensaje del FSM deberá ser aún más claro que cuando nació hace 10 años. Subrayar la necesidad de la globalización de la resistencia y de las alternativas para proponer un sistema alternativo al sistema capitalista patriarcal globalizado.

Los que se reúnen en Davos siguen por el momento con la capacidad de lanzar ofensivas contra los “de abajo”. Estos, están poco a poco superando su fragmentación –aunque con dificultades- para progresar en la dirección de ofrecer una alternativa global que es más que necesaria. Y pienso que la solución no pasa por reformar el actual sistema sino claramente contra éste."

Eric Toussaint, presidente del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. Foro Social Mundial (FSM)

domingo, 6 de marzo de 2011

La miseria del antiimperialismo (al menos el uso actual del término)

La rebelión Libia nos está obligando a posicionarnos, y por lo tanto, algunas máscaras empiezan a caerse para desvelar realmente cuales son los planteamientos ideológicos de unos y otros. Ya no valen titubeos, posiciones equidistantes y silencios. Libia obliga a estar o no estar.

Me llama profundamente la atención como se está usando el término antiimperialismo como única defensa de posiciones pro Gadafi, o al menos, condescendientes con Gadafi y no claramente a favor de la rebelión Libia. Comprobado que en el centro y fondo de la discusión actual se encuentra lo que entendemos por antiimperialismo, cabe entonces preguntarse qué es eso del antiimperialismo y preguntarnos cuál es el uso actual del término.

Yendo al origen de la idea desde un punto de vista marxista, es necesario citar a Lenin.

(...) Pero las definiciones excesivamente breves, si bien son cómodas, pues resumen lo principal, son, no obstante, insuficientes, ya que es necesario deducir de ellas especialmente rasgos muy esenciales del fenómeno que hay que definir. Por eso, sin olvidar la significación condicional y relativa de todas las definiciones en general, las cuales no pueden nunca abarcar en todos sus aspectos las relaciones del fenómeno en su desarrollo completo, conviene dar una definición del imperialismo que contenga sus cinco rasgos fundamentales siguientes, a saber: 1) la concentración de la producción y del capital llegada hasta un grado tan elevado de desarrollo que ha creado los monopolios, que desempeñan un papel decisivo en la vida económica; 2) la fusión del capital bancario con el industrial y la creación, sobre la base de este "capital financiero", de la oligarquía financiera; 3) la exportación de capital, a diferencia de la exportación de mercancías, adquiere una importancia particular; 4) la formación de asociaciones internacionales monopolistas de capitalistas, las cuales se reparten el mundo, y 5) la terminación del reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. El imperialismo es el capitalismo en la fase de desarrollo en la cual ha tomado cuerpo la dominación de los monopolios y del capital financiero, ha adquirido una importancia de primer orden la exportación de capital, ha empezado el reparto del mundo por los trusts internacionales y ha terminado el reparto de todo el territorio del mismo entre los países capitalistas más importantes. (...)” [1]

Entiendo que todos podemos reconocer en la cita de Lenin la situación actual. La globalización o el desarrollo global del capitalismo ha traído consigo términos como la dictadura de los mercados y el aumento del poder de organizaciones supranacionales capitalistas como el Fondo Monetario Internacional (FMI), Organización Mundial del Comercio (OMC), agencias de calificación, multinacionales, etcétera. En todas estas organizaciones supranacionales no legitimadas por la ciudadanía reconocemos los puntos del 1 al 4 de la cita de Lenin, que podemos resumir en el control de las políticas nacionales a través de las presiones financieras y de los mercados. Cabe pararse a analizar el punto número 5, el reparto territorial del mundo entre las potencias capitalistas más importantes. Distingo dos concepciones diferentes del control del territorio por parte de las potencias capitalistas.
  • La concepción del imperialismo británico. El imperialismo británico comprendido entre los siglos XVI al XX se basaba en el control militar del territorio. A través de la acción militar se controlaba la vida pública, política y comercial de los territorios ocupados en beneficio de la metrópoli.
  • La concepción del imperialismo estadounidense. El imperialismo estadounidense es más sutil aunque actualmente, con la crisis financiera, es más visible. Es el control comercial de los territorios con la continúa amenaza de la fuerza. Este control comercial se hace de varias maneras o una combinación de ellas, a saber, a través de presiones de organismos supranacionales como el FMI o la OMC, implantación de multinacionales en el territorio, control político de las dictaduras o democracias a través de la corrupción, golpes de estado. Detrás de este control comercial siempre está presente la amenaza del uso de la fuerza, de la capacidad armamentística, por parte de las potencias capitalistas más importantes. Hay que destacar que la forma más habitual que usa el imperialismo estadounidense para controlar un territorio del cual ha perdido el control es el golpe de estado usando fuerzas militares internas del país en cuestión, casos Venezuela 2002 y Honduras 2009.
Aunque he usado dos países concretos para definir las diferentes concepciones que encuentro en el control de los territorios, esto no excluye que EE.UU use en ocasiones la forma imperialismo británico, casos de Vietnam, Afganistán e Irak entre otros.

Volvamos a Libia. Bajo el prisma imperialismo/antiimperialismo que se deriva de este análisis y más allá de otros análisis de la situación económica y social de Libia, se pueden distinguir dos constataciones:
  • En Libia existe una rebelión popular, no es un golpe de estado militar al uso.
  • Libia ya era un territorio controlado por el imperialismo, las multinacionales del petróleo ya se encontraban en territorio Libio y el FMI aplaudía las políticas económicas libias [2].
Llegamos a la conclusión pues, de que realmente estamos ante una rebelión en contra del régimen Libio y su deriva pro imperialista y pro capitalista por razones en su mayoría globales más allá del propio contexto libio. Es una rebelión árabe en contra del imperialismo dominante en la región, incluido el territorio de Libia. Y sin embargo la izquierda europea y latinoamericana duda en que posición adoptar, pues el significado del término antiimperialismo ha sido secuestrado para definir solamente posturas anti-estadounidenses, y EE.UU se ha posicionado en contra de Gadafi. Esta concepción del antiimperialismo, esta concepción que no conlleva más análisis que colocarse en frente de la política adoptada de EE.UU, es la que califico de mísera y pobre.

De las recientes palabras de Fidel Castro, deduzco que reconoce en cierta manera que la rebelión en Libia no ha sido provocada por el imperialismo estadounidense, aunque obviamente el imperialismo intenta sacar partido de la situación actual.

"(…) El imperialismo y la OTAN seriamente preocupados por la ola revolucionaria desatada en el mundo árabe, donde se genera gran parte del petróleo que sostiene la economía de consumo de los países desarrollados y ricos no podían dejar de aprovechar el conflicto interno surgido en Libia para promover la intervención militar. (…)" [3]

Aún así, es un claro ejemplo de concepción del antiimperialismo simplemente como la postura contraria a la política adoptada por EE.UU; cuando la postura antiimperialista, en mi opinión, debería ser la de apoyo y sustento a los que luchan en contra de un régimen pro imperialista y pro capitalista por muchos avances sociales que en teoría haya realizado en el país y por muchas incertidumbres que tengamos sobre el resultado final de esta lucha o del carácter de la rebelión.

Por otra parte, el presidente venezolano Hugo Chavez promueve una mediación internacional, promueve en otras palabras una salida airosa de Gadafi, un no-cambio, un frenazo a la rebelión. Si entendemos la revolución como un proceso de cambio, incluso si entendemos el comunismo como “el “movimiento real”, al decir del propio Marx, que refuta y supera el estado de cosas actual” [4]; proponer un no-movimiento, un no-cambio, es equivalente a hacer una propuesta contrarrevolucionaria. Y si cabe alguna duda de la alineación de Chavez con Gadafi, el propio Gadafi en estas últimas horas está solicitando la entrada de una delegación de la ONU en la zona [5], en contra de lo declarado por los rebeldes que no desean ningún tipo de intervención extranjera en Libia.

Si hacemos un poco de memoria, la declaración del carácter socialista de la revolución cubana se fecha el 16 de abril de 1961, algo más de dos años después del triunfo de la revolución y cuatro años después del inicio de la misma. ¿Alguien se imagina a algún sector de la izquierda de aquel entonces proponer en ese periodo de cuatro años una mediación internacional al conflicto cubano?

La concepción actual del antiimperialismo nos lleva a centrar el análisis sobre el peligro de la intervención de la OTAN en Libia, evitando así (intencionadamente o no) cualquier análisis sobre el carácter de la rebelión Libia en concreto, y de la rebelión árabe en general. Estamos tan obsesionados con EE.UU que aún no hemos analizado el papel de contrapoder que está ejerciendo China en este asunto. Del imperialismo burocrático chino, si se me permite la expresión.

Sin embargo, y en contraposición a la actitud conservadora y equidistante de los líderes socialistas latinoamericanos y europeos (por ejemplo del Partido Comunista de España [6]); encontramos apoyos a la rebelión libia de parte del Partido Socialista de los Trabajadores de Argelia [7], partido tunecino de Izquierda Renovación [8] y Partido Comunista de Egipto [9]; por citar algunos. También el Secretariado Unificado de la IV Internacional se posiciona al lado de los rebeldes libios [10].

El uso del término antiimperialismo en la actualidad, en cuanto posición contraria a la de EE.UU, nos lleva a la conclusión de que la OTAN no debe entrar pues derrocaría a Gadafi para poner un dictador o una democracia controlada. Pero un análisis más profundo debería llevarnos a la conclusión de que la entrada de la OTAN es peligrosa porque desarmaría al pueblo armado que se ha levantado contra su tirano. Y la diferencia no es banal, pues mientras en el primer caso nos lleva a posicionarnos junto a Gadafi, en el segundo caso nos estamos posicionando junto a los que se han alzado en armas. ¿Y qué es la revolución sino el pueblo armado que se alza en contra del poder establecido?

En la actualidad, la causa antiimperialista es mísera en su tercera acepción, “pobreza extremada” [11], en cuanto simple y falta de raciocinio, pero también es mísera en su cuarta acepción, “plaga pedicular, producida de ordinario por el sumo desaseo de quien la padece” [11], porque se extiende como una plaga de piojos que chupa la sangre y debilita cualquier análisis razonado, socialista y marxista de las realidades a las cuáles nos enfrentamos.

Evitemos, pues, que el antiimperialismo nos impida adoptar una posición anticapitalista.

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[1] V. I. Lenin, El imperialismo, fase superior del capitalismo, Ediciones en lenguas extranjeras, Pekin 1975, páginas 113 - 114

[2] Telesur, FMI felicitó a Libia por logros macroeconómicos, http://multimedia.telesurtv.net/23/2/2011/27624/fmi-felicito-a-libia-por-logros-macroeconomicos/


[4] Carlos Rivera Lugo, El comunismo jurídico, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117096

[5] Diario Público, Gadafi invita a la ONU a inspeccionar Libia, http://www.publico.es/internacional/364755/gadafi-invita-a-la-onu-a-inspeccionar-libia

[6] Partido Comunista de España, Ante los asesinatos de manifestantes en Libia, http://www.pce.es/secretarias/secinternacional/pl.php?id=4460

[7] Parti Socialiste des travailleurs, Non au massacre du peuple libyen! Solidarité!, http://membres.multimania.fr/pstdz/position.htm#Libye

[8] Mouvement Ettajdid, Solidarité avec la Révolution du People Libyen, http://ettajdid.org/spip.php?article613

[9] Communist Party of Egypt, http://egyptian.wordpress.com/

[10] Buró Ejecutivo de la IV Internacional, ¡Apoyo a la revolución libia! ¡Fuera Gaddafi!, http://puntodevistainternacional.org/spip.php?article350

[11] Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, definición de miseria, vigésima segunda edición, http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=miseria

2 comentarios:

  1. No encontré tu email por ningún sitio por eso te escribo aquí:

    Te escribo para que sepas que entre todos estamos consiguiendo poner en su sitio al PP y al PSOE.

    Ya ocupan la décima y undécima posición para Google España.

    Supuse que te gustaría saberlo.

    ¡Qué corra la voz!

    ;)

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  2. Acabo de poner un libro de vistas para estas cosas. Gracias por el aviso. Bye

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