"En efecto. Vivimos una crisis del sistema donde todo está interconectado. La crisis es financiera, económica, climática, alimentaria, migratoria. Una crisis que toca la gestión mundial, porque no hay ninguna institución mundial que goce de real credibilidad. El G20 no es más legítimo que el G8. Y las Naciones Unidas no logran jugar el rol previsto por su Carta.

Es verdad que esta crisis es el producto del avance de la desregulación, pero está también ligada al mismo sistema. El mensaje del FSM deberá ser aún más claro que cuando nació hace 10 años. Subrayar la necesidad de la globalización de la resistencia y de las alternativas para proponer un sistema alternativo al sistema capitalista patriarcal globalizado.

Los que se reúnen en Davos siguen por el momento con la capacidad de lanzar ofensivas contra los “de abajo”. Estos, están poco a poco superando su fragmentación –aunque con dificultades- para progresar en la dirección de ofrecer una alternativa global que es más que necesaria. Y pienso que la solución no pasa por reformar el actual sistema sino claramente contra éste."

Eric Toussaint, presidente del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. Foro Social Mundial (FSM)

jueves, 19 de abril de 2012

La monarquía parlamentaria bananera de España


El término “república bananera” originariamente se utilizaba como referencia a una dictadura que apoyaba (a cambio de sobornos) la explotación agraria mediante el monocultivo a gran escala, sin atender a las condiciones de vida de los habitantes del país. El término “bananera” se refiere a la generalización del monocultivo del plátano por toda Centroamérica por parte de la United Fruit Company, la cuál ejercía una gran influencia en la región desde finales del siglo XIX hasta los años setenta del siglo pasado mediante el chantaje, la extorsión y el soborno a gobernantes. Después, el término se generalizó para referirse de forma peyorativa a cualquier tipo de sistema político corrupto, inestable, débil y empobrecido que se pliega a los deseos de expolio de los recursos naturales por parte de las multinacionales. Es curioso el uso de la neolengua, últimamente se utiliza el término en caso contrario, es decir, se usa para referirse a países con gobiernos fuertes que deciden recuperar el control de la explotación, y sin embargo, a los países que siguen permitiendo el control de las multinacionales, incluso a costa del bienestar de su población, se les trata de serios, de respetuosos de las leyes internacionales.


Tengo la convicción de que los pueblos tienen todo el derecho a vivir de los recursos naturales de la zona donde habitan, por lo tanto, tienen derecho a exigir que la mayor parte de los beneficios de la explotación de sus recursos naturales por una multinacional repercutan en su país. Es más, tienen todo el derecho del mundo a utilizar y disponer de sus recursos naturales como estimen más oportuno para superar las dificultades que les puedan surgir y en post del interés general. No hace falta irse a Argentina para debatir sobre este extremo, pues en la propia Constitución Española se establece lo siguiente:

Artículo 128.1. Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general.

Por lo tanto, Argentina, representada por su gobierno, tiene todo el derecho a recuperar el control de sus recursos petrolíferos y disponer de ellos como mejor le parezca. Aún así, profundicemos un poco y hablemos del otro extremo, de Repsol.

Repsol actualmente es una multinacional con sede en España. Sin embargo, desde mi punto de vista, no es española, ya que más de la mitad del accionariado es de origen extranjero [1]. Del beneficio que declara a nivel internacional, solamente el 25% lo declara en España a un tipo impositivo por debajo del 30%, el tipo nominal del impuesto de sociedades [2]. El beneficio de toda la empresa solo se reparte fundamentalmente entre los accionistas mientras sus trabajadores ven como sus sueldos como mucho se mantienen respecto al IPC [1]. Por si fuera poco, opera en paraísos fiscales [2]. Repsol ha sido condenada por el Tribunal Permanente de los Pueblos por violar sistemáticamente los derechos de los pueblos indígenas en América Latina y es un agente importante en el calentamiento global [3]. En resumen, Repsol solo busca el beneficio a corto plazo de sus accionistas sin tener en cuenta cualquier otra consideración, son unos buitres expoliadores de recursos naturales.


Concretando en Argentina, Repsol compró YPF en 1999 muy por debajo de su valor, previamente saneada con dinero público argentino y aprovechándose de la crisis de deuda que entonces sufría Argentina. Sí, efectivamente, lo mismo que está ocurriendo en España con las Cajas de Ahorros. Incluso si ahora el gobierno argentino decidiera no pagar nada a Repsol, a Repsol le saldría un saldo positivo de 8.813 millones de dolares con respecto a los 13.158 millones de dolares que pagó por YPF en 1999 [3].

El gobierno español, cuando defiende los intereses de Repsol, está defendiendo los intereses de los accionistas de Repsol, más de la mitad extranjeros. Yo particularmente no tengo acciones de Repsol, que yo sepa el estado español no tiene acciones de Repsol y Repsol no nos deja la gasolina más barata por ser españoles. El gobierno español y buena parte de los medios de comunicación españoles están defendiendo los intereses de una oligarquía española y extranjera, quizá porque ellos mismos son esa oligarquía, o amigos o tienen intereses compartidos.

Explicación gráfica del motivo del peloteo de El País a Repsol YPF

Es posible que el gobierno argentino de Cristina Kirchner, haciendo uso de cierto populismo, esté recuperando el control de YPF para luego dejarlo en manos de cierta oligarquía argentina cercana a su gobierno, no lo niego, pero esto es un problema que atañe exclusivamente a los argentinos. Son pugnas entre capitalistas en las cuáles los trabajadores españoles no tenemos nada que ver.

Pero para populismo y cortinas de humo, la monarquía parlamentaria bananera de España, un país de “playa, ladrillo, prostitución, drogas, casino, corrupción, elefantes, pelotas de goma, especulación, deudocracia, pandereta” [4], donde el jefe del estado, el rey bananero elegido por el dictador bananero elegido a su vez por la gracia de Dios, se va a matar elefantes a Bostwana y resuelve el asunto con un “lo siento, no volverá a ocurrir” y donde el gobierno bananero, en un país salpicado de corrupción por todas partes, se dedica a defender los intereses de la United Fruit Company de turno alegando que lo hace por el interés general.

Y mientras tanto, en la monarquía parlamentaria bananera de España, se hacinan a los estudiantes en las escuelas, se reducen el número de profesores y se establece el repago en los medicamentos, llegando incluso a establecer que los pensionistas paguen un 10% del precio de los mismos.

La monarquía parlamentaria bananera de España, donde se habla del rey bananero y de la Repsol Banana Company, mientras los trabajadores perdemos nuestro bienestar y empeoramos nuestras condiciones de vida.

Pedro Luis López Sánchez – Twitter @estrateglobal

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[1] Algunos datos sobre Repsol, Alberto Garzón Espinosa, Pijus Economicus, http://www.agarzon.net/?p=1794

[2] La nacionalización de YPF, filial de Repsol, por el gobierno de Argentina, Alberto Garzón Espinosa, Pijus Economicus, http://www.agarzon.net/?p=1804

[3] ¿Qué defiende el Gobierno cuando defiende a Repsol?, Ecologistas en Acción, http://anticapitalistas.org/Que-defiende-el-Gobierno-cuando

[4] Tweet de Gonza a su Aire, @gonzaire, https://twitter.com/#!/gonzaire/status/191835663425998848

lunes, 9 de abril de 2012

Dimitris Christoulas y el compromiso vital


"El proverbio latino «Senatores boni viri, senatus mala bestia» se ha convertido en un lugar común. ¿Qué significa este proverbio y qué significado ha adquirido? Que una multitud de personas dominadas por los intereses inmediatos o movidos por la pasión suscitada por las impresiones del momento transmitidas acríticamente de boca en boca, se unifica en la peor decisión colectiva, en la decisión que corresponde a los más bajos instintos bestiales. La observación es justa y realista en lo que se refiere a las multitudes casuales, formadas como un "gentío bajo un cobertizo durante un aguacero", compuesta por hombres que no están ligados por vínculos de responsabilidad hacía otros hombres o grupos de hombres o hacia una realidad económica concreta, cuya ruina repercuta desastrosamente en los individuos. Por esto se puede decir que en estas multitudes el individualismo no sólo no se supera sino que se exaspera por la certidumbre de la impunidad y de la irresponsabilidad. ”
El hombre individuo y el hombre masa.
Notas sobre la política y el estado moderno.
Antonio Gramsci


He recibido algunas críticas en mi entorno, constructivas claro, respecto al enfoque tan personal, quizás trágico, de uno de los artículos de este blog, “Me sobran los motivos” [1]. He de reconocer que aunque todo lo dicho en el citado artículo se ajusta estrictamente a la realidad y no he exagerado en ninguno de los puntos expuestos, llevar un artículo a un plano tan personal y cercano conlleva cierto riesgo de sensacionalismo o amarillismo. Ha sido intencionado, buscaba provocar, una pequeña maldad por mi parte. He de decir en mi defensa que no buscaba dar cierta sensación de fatalidad, soy una persona tremendamente positiva y lo que ocurre a mi alrededor no es grave, sino poner de relieve la necesidad de poner en común todo aquello que por no incomodar, guardamos en el plano personal. Solo así podremos contrarrestar cierta ligereza y una exasperante equidistancia en ciertas opiniones a propósito de las desgracias ajenas, ya que cuando las miserias ocurren al otro lado del mundo no pasa nada, pero el problema es bien distinto cuando ocurren en nuestra pequeña realidad cotidiana.

Uno de los éxitos del capitalismo ha sido que asumamos una ética individualista hasta tal punto que, como decía, lo personal incomoda. La mayoría de la gente lo que quiere es vivir tranquila y no calentarse demasiado la cabeza, es más, bastante tiene cada uno con sus pequeños problemas como para andar preocupándose de los problemas de los demás. Pero en realidad, las miserias no son individuales, son colectivas y su superación pasa irremediablemente por ponerlas en común, pues ya no ocurren al otro lado del mundo donde la conexión con nuestros actos es más difusa, sino que ocurren a nuestro lado.

El miércoles 4 de abril de 2012 Dimitris Christoulas, un jubilado griego de 77 años, se suicidaba volándose la cabeza frente al parlamento griego en la plaza Syntagma de Atenas. En uno de los bolsillos se encontró una nota de suicidio:

El Gobierno de Tsolakoglou|1| ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para mí, que se basaba en una pensión muy digna que yo había pagado por mi cuenta sin ninguna ayuda del Estado durante 35 años. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyaría), no veo otra solución que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los jóvenes sin futuro cogerán algún días las armas y colgarán a los traidores de este país en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945.”

|1| Hace un paralelismo entre el gobierno griego actual y el gobierno colaboracionista con los nazis de Tsolakoglou.
Esta muerte viene a engordar las estadísticas de suicidios en Grecia que ha pasado, en tres o cuatro años, de las cifras más bajas de la Unión Europa a la más alta. El capitalismo mata y ya no ocurre al otro lado del mundo, ocurre a nuestro lado.

La hija de Dimitris Christoulas, supongo que en previsión de que la muerte de su padre sería tratada como la de un anciano quizás con trastornos psicológicos, enviaba una carta a los medios en la que afirmaba que "durante toda su vida [mi padre] ha sido un militante de la izquierda, un visionario desinteresado. El acto del suicidio de mi padre es un acto político consciente, coherente con lo que creyó e hizo durante toda su vida”.

Dimitris Christoulas no se suicidó como un acto de desesperación, o al menos no solo, sino que se suicidó para dar sentido a su muerte según el compromiso vital que había adquirido a lo largo de su existencia, poniendo de manifiesto a través de su situación personal la situación de toda una sociedad.


Decía Ernesto Che Guevara: “Déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor”. Y, ¿qué es el amor sino un sentimiento que nos une al prójimo y nos hace vivir y comprender nuestra propia existencia a través de la existencia del otro?, ¿qué es el amor sino la asunción vital de un compromiso para con los demás que nos hace felices y plenos? Pues déjenme decirles, a riesgo de parecer ridículo, que esta muerte ha sido un acto fundamentalmente de amor.

Manifestarse, gritar, bailar batucadas y portar pancartas no es más que un encuentro causal “bajo un cobertizo durante un aguacero” si no sirve para unirnos en un compromiso vital de lucha contra la injusticia que es transversal a todos nosotros.

Vuestra situación personal es la mía, vuestra lucha es mi lucha.

Pedro Luis López Sánchez – Twitter @estrateglobal

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[1] Pedro Luis López Sánchez, Me sobran los motivos, http://laestrategiaglobal.blogspot.com.es/2012/03/me-sobran-los-motivos.html