"En efecto. Vivimos una crisis del sistema donde todo está interconectado. La crisis es financiera, económica, climática, alimentaria, migratoria. Una crisis que toca la gestión mundial, porque no hay ninguna institución mundial que goce de real credibilidad. El G20 no es más legítimo que el G8. Y las Naciones Unidas no logran jugar el rol previsto por su Carta.

Es verdad que esta crisis es el producto del avance de la desregulación, pero está también ligada al mismo sistema. El mensaje del FSM deberá ser aún más claro que cuando nació hace 10 años. Subrayar la necesidad de la globalización de la resistencia y de las alternativas para proponer un sistema alternativo al sistema capitalista patriarcal globalizado.

Los que se reúnen en Davos siguen por el momento con la capacidad de lanzar ofensivas contra los “de abajo”. Estos, están poco a poco superando su fragmentación –aunque con dificultades- para progresar en la dirección de ofrecer una alternativa global que es más que necesaria. Y pienso que la solución no pasa por reformar el actual sistema sino claramente contra éste."

Eric Toussaint, presidente del Comité por la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo. Foro Social Mundial (FSM)

jueves, 20 de marzo de 2014

Podemos, Verstrynge, inmigración y los derechos humanos

Pedro Luis López, @estrateglobal. Miembro del Círculo Podemos de Murcia



En medio de la plaza del duomo de Milán se encontraba una celda grande para pájaros con un franciscano dentro. Era su forma de denunciar la caza al negro que se había realizado la noche antes en una pequeña ciudad cerca de Milán. De plena madrugada efectivos de la policía italiana habían entrado en las casas de un barrio en donde vivían sobre todo inmigrantes llevándose a todo aquel que fuera negro, tuviera papeles o no.

Años antes se había aprobado la ley de inmigración Turco-Napolitano. Dos ex-comunistas ponían nombre a una ley que oficializaba la inmigración clandestina y preveía la existencia de los centros de retención temporales (los CIE en su versión actual española), donde retenían a los inmigrantes en espera de un juicio de expulsión. Tiempo más tarde, en el 2008, la Unión Europea permitiría este tipo de leyes con centros temporales de retención en todos los Estados miembros, aprobando la que se vino a denominar la directiva de la vergüenza, la directiva de retorno 2008/115/CE. Esto ha hecho que los CIE's proliferen por todo el sur de Europa e incluso por el norte de África, y también ha provocado que el Mediterráneo sea una de las zonas más militarizadas del planeta dedicándose casi exclusivamente al control de la inmigración.

Por el tiempo de la performance en la plaza del duomo de Milán, hace ya una década, yo colaboraba con FILEF (Federazione Italiana dei Laboratori Emigrati e Famiglia), organización que nació originariamente para asistir en Milán a los trabajadores italianos del sur y sus familias que emigraban hacia el norte de Europa después de la segunda guerra mundial, y que más tarde se ha reconvertido en una organización que asiste a los inmigrantes en Lombardia, región donde se encuentra Milán. Alguna vez me tocó acompañar a la abogada al CETI (Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes) de via Corelli en Milán. Espeluznante: carabinieri armados con fusiles de asalto, registros a la entrada y a la salida, pinchos y concertinas encima de los muros. Una auténtica cárcel para personas que no habían cometido ningún delito, sino que al máximo se encontraban en una situación administrativa irregular.

De la mano de FILEF tuve la oportunidad de asistir a un encuentro nacional en Italia sobre inmigración en el pequeño pueblecito costero de Cecina, cerca de Livorno. Pasadas las conferencias y los talleres, ya de noche, se mantuvo una charla informal sobre inmigración con un diputado de Rifundazione Comunista. Ante la insistencia de los asistentes y el poco caso que dicha organización mostraba hacía la causa de los inmigrantes, el diputado respondía (no son las palabras exactas pero se acercan): “me encuentro solo en este tema, los compañeros de partido dicen que esto de los inmigrantes está muy bien pero que nos hacen perder votos”. Es una de las frases mas horrorosas que he oído alguna vez a un dirigente de la izquierda política y social.

Con el anuncio de la participación de Jorge Verstrynge en un acto de PODEMOS en Madrid he vuelto a tener la misma extraña sensación. 

En el 2007, en pleno debate sobre la directiva europea de la vergüenza antes mencionada, Verstrynge y Cía sacaba el “Informe sobre la Inmigración”. Entre otras barbaridades, «Verstrynge y Cía describen los actuales niveles de inmigración como “aumentos de la población brutales” y los comparan, citando a Jacques Chirac (¡!), con una “invasión”. Sostienen que este flujo crea problemas masivos para la población receptora, justificando esta idea por medio de las opiniones negativas vertidas sobre la inmigración en los Barómetros del CIS. Añaden que si esta situación sigue, crecerán grandes fuerzas de extrema derecha como la de Le Pen (o una “lepenización de la sociedad”)» [1].

Las leyes sobre inmigración en Italia, pese a ser tan restrictivas, no han frenado el ascenso de la extrema derecha. Es más, la han alimentado. La extrema derecha no se combate haciendo de extrema derecha y reforzando sus argumentos, todo lo contrario: se combate desarticulando la argumentación que criminaliza al inmigrante y lo pone en el centro de los problemas en tiempo de crisis. Esta forma de pensar hace del inmigrante un chivo expiatorio de los problemas causados por otros y desvía la atención sobre los verdaderos culpables, grandes empresarios y banqueros que han arruinado este país a base de pufos y fraudes. 

Insisto, la crisis no la han provocado oleadas de inmigrantes saltando una valla de pinchos y cuchillas, no: la crisis la han provocado grandes empresarios que defraudan y tributan en paraísos fiscales y banqueros que arruinan bancos mientras se ponen sueldos millonarios.

Algunos podrían decir, no, Verstrynge ha cambiado, ya no piensa así. Nada más lejos de la realidad. En junio de 2013 en una entrevista concedida al Frente Cívico Somos Mayoría Valencia [2], ante la pregunta de “Tu criterio sobre la migración suscita fuertes polémicas en el seno de la izquierda. ¿En qué consiste, a grandes rasgos?”. Contesta:


«Resumiendo, en que la inmigración ilegal beneficia a los grandes empresarios y perjudica a las clases populares de los países receptores, que acaban compitiendo con la población inmigrante por unos servicios públicos menguantes. Me parece, además, que es muy fácil desde supuestos pretendidamente progresistas y viviendo en zonas residenciales, citar como efectos beneficiosos de la inmigración irregular un supuesto multiculturalismo. Se lo pregunto a mis alumnos: ¿Habéis visto alguna vez a la patronal protestar por la inmigración ilegal? No, porque presiona los salarios a la baja. En España hay un excedente de 1,5 millones de inmigrantes, gente a la que hay que ayudar a que retornen a sus países. Se trata en muchos casos, además, de gente formada. Por eso el hecho de que los acojamos también puede considerarse una forma de expolio a sus países.»


De esta manera pone a los inmigrantes como competidores a la baja con los sectores populares autóctonos, lo que refuerza el racismo y los argumentos de la extrema derecha; argumento que recuerda mucho al utilizado en la época en la que las mujeres empezaron a incorporarse al mercado laboral y también las acusaban de tirar los salarios a la baja. Debe quedarnos claro que quién tira los salarios a la baja es la gran patronal de este país, aprovechándose de una situación de crisis que han provocado ellos, para hacerse aún más rica a costa de la mayoría social, migrante o no; y no los inmigrantes, que son uno de los colectivos más machacados y atacados por este sistema.

Por todo ello quiero mostrar mi preocupación por la invitación a Jorge Verstrynge para intervenir en un acto de PODEMOS en Madrid junto a Pablo Iglesias e Iñigo Errejón entre otros. Uno de los límites puestos en la creación de PODEMOS fue el respeto a los derechos humanos, límite reforzado por las cabezas más visibles de este proyecto, tanto por Pablo Iglesias como por Juan Carlos Monedero. Debo recordar que los derechos humanos son universales e inalienables, esto quiere decir que las personas los tienen independientemente de quienes sean, donde estén y en que situación administrativa o penal se encuentren. Por mucho que el Sr. Verstrynge suavice el discurso, proponer expulsiones masivas de inmigrantes y decir que sobran es no respetar los derechos de los inmigrantes, y por lo tanto es no respetar los derechos humanos de una parte de la población que está sufriendo esta estafa llamada crisis.

Mi opinión, como miembro activo del Círculo Podemos de Murcia, es que Jorge Verstrynge, por su perfil público, no tiene cabida en este proyecto a no ser que se retracte de sus opiniones públicas anteriores y recientes sobre el tema concreto de la inmigración, que no casan con los principios que entiendo rigen PODEMOS. También valoro como un gravísimo error haberlo invitado a un acto dadas las circunstancias.

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[1] Una aportación al debate sobre el “Informe sobre la Inmigración”, Luke Stobart, mayo 2008, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=66895

[2] Entrevista a Jorge Verstrynge, tras su participación en la Asamblea Constituyente del Frente Cívico del País Valencià, Frente Cívico Somos Mayoría Valencia, junio 2013, http://frentecivicosomosmayoriavalencia.wordpress.com/2013/06/13/entrevista-a-jorge-verstrynge-tras-su-participacion-en-la-asamblea-constituyente-del-frente-civico-del-pais-valencia/

miércoles, 19 de marzo de 2014

"Nuestros problemas tienen más en común con el inmigrante que se levanta a trabajar que con el banquero"

Intervención en el acto público de presentación del Circulo de Podemos Murcia.





Vivimos en la Monarquía Ladrillera de España nacida de la transición y del consenso del '78.

Por resumir, tenemos una casta política corrupta que tiene como prioridad la defensa y el mantenimiento de los privilegios de la oligarquía financiera y empresarial estatal y extranjera en contra de los intereses de la mayoría, unos banqueros y grandes empresarios más corruptos y desvergonzados si cabe que se dedican a parasitar al Estado que tanto critican; gasto innecesario en grandes infraestructuras cuyos únicos beneficiados son las grandes empresas adjudicatarias (aeropuertos sin aviones, trenes sin pasajeros, autovías sin coches), servicios públicos en un proceso acelerado de descomposición y liquidación a través de privatizaciones generalizadas, industria vendida y deslocalizada, ruina agraria con la tierra concentrada en menos manos que en la España del '36, venden nuestros recursos naturales al capital extranjero como las prospecciones de fracking en el Noroeste, un paro insufrible que sobre todo se ceba en los jóvenes sin futuro, y un monocultivo particular, el ladrillo, que tuvo una fuerte inversión nacional y extranjera lo cual alimentó la burbuja que terminó por explotar, inversores que exigen ahora su devolución con intereses poniendo al Estado y a todas las personas de este país como garantes de ese pago a través de la reforma del artículo 135 de la Constitución Española, perpetrada con nocturnidad y alevosía por el PP y el PSOE. Por si no lo saben, dicha reforma de la Constitución Española viene a decir básicamente que aquí se van a pagar deudas y vamos a tener recortes aunque estemos en la mas absoluta miseria, deudas contraídas no para el beneficio de la mayoría de la población, sino para engordar las carteras de unos pocos, por lo tanto ilegítimas y que no deben ser pagadas. No debemos, no pagamos.

Al control mediante la corrupción y la deuda en este régimen "juancarlista", hay que añadir el uso de la represión de la policía y la seguridad privada en caso de que a alguno o alguna se le ocurra levantar la voz denunciando por ejemplo el robo a base de preferentes y demás estafas, o las bajadas de sueldos y despidos generalizados a través de las sucesivas reformas laborales, o subida de impuestos (en su mayor parte indirectos) que repercuten sobre todo en los que menos tienen, o la represión cada vez más intensa contra los compañeros y compañeras de la PAH, que hay que decirlo, son los héroes y heroínas de nuestro tiempo. Algún día los libros de historia hablaran de esta buena gente.

Pero esto no es todo, son tan cobardes, tan miserables, que con quién mas se ceban para desviar la atención es con los más débiles y desprotegidos, con los inmigrantes. Y os voy a decir un secreto, la crisis no la han provocado oleadas de inmigrantes saltando una valla de pinchos y cuchillas, no, la crisis la han provocado grandes empresarios que defraudan y tributan en paraísos fiscales y banqueros que arruinan bancos mientras se ponen sueldos millonarios. La crisis no la han provocado seres humanos en una situación desesperada, no, sino seres humanos codiciosos. Y mientras al banquero se le pone una alfombra roja diciendo que llega dinero de todas partes a España mientras los demás pasamos penurias, a los inmigrantes les pegan balazos de goma cuando se están ahogando en el mar. ¡Sin vergüenzas!.

También es importante recordar que los recortes se concentran en sectores profesionales feminizados como la sanidad (-22%), la educación (-17 %), la igualdad (-42 %) y en el bienestar social como recortes en la ley de dependencia. Este proceso de eliminación de servicios sociales sobrecarga a las mujeres con más trabajo de cuidados y reproducción, trabajos no socialmente reconocidos ni remunerados. Desde el giro a la derecha de Zapatero en 2010, cuando empiezan los recortes, hasta prácticamente ahora, el 66,35% de las nuevas paradas son mujeres, sin ser mayoría en el mercado laboral. Por lo tanto, con esta crisis no solo aumentan las desigualdades sociales, sino sobre todo las desigualdades hombre-mujer, haciendo que esta crisis sea también y sobretodo una crisis para las mujeres.

Y de esta situación nace Podemos. Mirad, por ahora Podemos es solo una oportunidad de construir una alternativa, pero también es un grito de auxilio. Es un grito de auxilio de aquellos que llevamos años movilizándonos contra los recortes, porque como sigamos así, en uno o dos años no habrá nadie defendiendo los derechos en las calles, estaremos o en la cárcel o cosidos a multas "gracias" a la nueva reforma de contraseguridad ciudadana. Y para dar la vuelta a esta situación nos necesitamos los unos a los otros, la gente común, todos y todas. Y no hace falta ser grandes estadistas, basta en implicarse en los problemas cotidianos, con solidaridad; partiendo del barrio, las asociaciones de vecinos, lo más cercano.

¿Por qué? Porque es fundamental que construyamos democracia desde abajo, y democracia significa hablar de nuestros problemas comunes. Porque cuando hablemos de nuestros problemas comunes nos daremos cuenta que nuestras preocupaciones tienen mas que ver con el inmigrante que se levanta por la mañana para trabajar en el campo para ganar un sueldo de miseria y dar de comer a su familia, que con el banquero que va con la pulserita de yo soy español, español. Porque cuando hablemos de nuestros problemas comunes y ejerzamos la democracia ocurrirá lo de Gamonal, donde la gente del barrio decidió que no necesitaban un bulevar, que lo que necesitan es trabajo, guarderías, parques; y por mucho caciquismo que haya no se construye el bulevar. Y en Murcia el tren vendrá soterrado, porque democráticamente los vecinos han decidido que no quieren que sus barrios estén aislados por un muro. Y las urgencias del hospital del Rosell en Cartagena no se cierran, porque no lo quieren ni los profesionales ni los usuarios del servicio.

Esto es precisamente lo que estamos intentando construir en el círculo de Podemos Murcia, democracia desde abajo, partiendo de las experiencias existentes. Organizándonos para poder decidir sobre un proyecto común, una alternativa común.

Por último no quería desaprovechar esta oportunidad para intervenir en un debate que ha surgido con la aparición de Podemos, "la unidad de la izquierda". Porque claro, parece que si uno crítica que con la que está cayendo y con la de ERE's y bajada de sueldos que se están haciendo, que no haya no una, sino varias huelgas generales; siempre habrá alguien que dirá “no, no, unidad de acción, la unidad de la izquierda”. Y si uno platea que necesitamos líderes que emocionen y movilicen; no, no, es que la unidad de la izquierda ... Y si desde el activismo social decimos que no nos conformamos con las migajas del sistema, que no queremos el 15%, que queremos ir a por todas, que queremos seguir la ola del 15M, que no nos vale este sistema, que queremos otro, que estamos llenas de ardor combativo ...; dirán no, claro, la unidad de la izquierda.

Pues la unidad de la izquierda no es un conglomerado de siglas, la unidad de la izquierda se construye, que es lo que pretendemos con Podemos. Y se tiene que construir desde los problemas de la gente común. La unidad de la izquierda se construye con las paradas, con los precarios, con los funcionarios que no paran de recortarle el sueldo, con los trabajadores que sufren la amenaza continua del despido y las bajadas de sueldo, con los de El Pozo y los de Panrico. Con los jóvenes sin futuro que tienen que emigrar. Se tiene que construir fundamentalmente con las mujeres, con los inmigrantes africanos y latinoamericanos y de cualquier procedencia, con los desahuciados, con los niños y niñas que pasan hambre, con los usuarios de servicios públicos. También con los dependientes, con las pensionistas y con los preferentistas. Se tiene que construir con los compañeros y compañeras que están haciendo las marchas de la dignidad y tienen que soportar que un alcalde cacique y fascista les insulte en medio de la calle. Con los represaliados física o administrativamente. Pero sobre todo, y ante todo, la unidad de la izquierda se tiene que construir con todos aquellos que sufren por motivos socio-económicos y no salen en los telediarios. Con los invisibles.

Y esta unidad tiene que servir para llevar adelante un proyecto de sociedad donde seamos humanamente diferentes, socialmente iguales y libres para poder decidir nuestro futuro juntos y juntas sin la continúa amenaza, chantajes y violencia de una minoría ladrona, corrupta, mafiosa y profundamente antidemocrática.