“Debe recordarse al respecto lo que escribe
Tolstoi en sus Memorias de infancia y de juventud: cuenta que estaba
tan convencido de la concepción subjetivista de la realidad que a
menudo sentía vértigo porque volvía súbitamente la cabeza
persuadido de que podría captar el momento en que no vería nada
porque su espíritu no podía haber tenido tiempo de «crear» la
realidad.”
Notas críticas sobre un intento de «Ensayo
popular de sociología», La llamada «realidad del mundo exterior»,
Antonio Gramsci
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El joven Tolstoi el 1848, a los 20 años. |
Medios de información alternativos dirigidos a
la mayoría social se titulaba la charla - debate que se celebró
ayer 29 de diciembre en la cafetería Ítaca de Murcia. Debo entender
que la charla inicialmente estaba destinada a como afrontar o como
llevar a cabo un proyecto de medio de comunicación dirigido a la
«mayoría social». Indudablemente,
la charla debería haber sido enfocada a responder una serie
de cuestiones como qué entendemos por «mayoría social», por qué
es necesario medios de comunicación dirigidos a esta mayoría y qué
verdad contar en estos medios
.
Sin embargo, el debate desembocó en un intercambio de opiniones
sobre el objetivismo y el subjetivismo en el periodismo, provocado
seguramente por el variopinto tipo de inquietudes que allí se dieron
cita. Pocas conclusiones, aún así es posible que si resolvemos el
debate sobre el subjetivismo se puedan abordar las otras cuestiones
de una manera más sencilla o más clara.
Para hablar de subjetivismo necesariamente hay que
hablar de idealismo. No es propósito de este artículo hacer un
repaso extenso de la filosofía idealista, pero quizá algunas pinceladas no vendrían mal. Para los filósofos idealistas, la realidad se explica a través de
las ideas, esto es, el mundo está lleno de ideas que el ser humano
va descubriendo a través del uso de la razón. Todo nuestro sistema
de valores y político está basado en esta base filosófica, de esta
manera tenemos ideas universales como verdad, justicia, libertad,
progreso.
Si yo preguntara en el foro que se dio cita ayer si
le parece justo o injusto que se desahucie a familias, seguramente la
mayoría (sino todos) de los presentes me diría que no es justo. Si
yo hubiera hecho esta misma pregunta a las mismas personas en el 2006
(año previo a la crisis y a la aparición de las PAH's),
posiblemente a la mayoría le seguiría pareciendo injusto, pero
también es muy probable que las proporciones sean distintas. La cosa
cambiaría radicalmente si yo hiciera esta misma pregunta en un foro
de grandes empresarios y banqueros, seguramente me intentarían
convencer, me razonarían, que es justo que los bancos cobren sus
deudas ya que han prestado un dinero que ellos gestionan, a cambio de
una devolución a plazos más un legítimo interés, es justo que
intenten recuperar su dinero usando para ellos todos los medios a sus
disposición.
He aquí una contradicción en el sistema filosófico
idealista, si existe una justicia universal y perceptible por todo
ser humano a través de la razón, ¿como es posible que personas de
una misma sociedad tengan un razonamiento tan distinto sobre un
supuesto concreto?, ¿a qué se debe este divorcio?. Seguramente a la
realidad material en la que uno vive, es decir, a la condición
social. Nos empezamos a dar cuenta ahora que, como titulaba el
periódico La Marea en su edición de enero de 2013 [1],
«las leyes
(están) al servicio del capital»,
una minoría social.
Es decir, el capital, los grandes empresarios y banqueros han logrado
imponer su subjetividad y la han positivado (la han recogido en leyes
escritas) para hacerla objetiva a los ojos de todos.
En el caso de la verdad y el periodismo ocurre tanto
lo mismo. Debemos partir del hecho que los grandes medios de
comunicación son propiedad de grandes empresarios y bancos. De esta
manera ellos «crean» su realidad y nos la venden al resto de la
población. Existe una frase anónima escrita en un muro que resumen
muy bien esta idea: «Nos mean y los diarios dicen que llueve».
Esta contradicción es cada vez más evidente; ellos hablan de prima
de riesgo, pero nosotros hablamos de desahucios; ellos hablan del
mapa del tiempo, nosotros del mapa de las protestas; ellos hablan del
IBEX 35, nosotros de precariedad; ellos hablan de Carromero, nosotros
de Alfon; ellos crean un montaje sobre la izquierda poliédrica [2],
nosotros hablamos de la violencia policial.
No podemos exigir a los grandes medios que cuenten
nuestra verdad, que de vez en cuando lo hacen con cuenta gotas para
aparentar objetivismo, ya que están en manos de propietarios que
imponen su verdad para perpetuar un sistema que les beneficia.
Constatamos pues que necesitamos de dotarnos de medios de
comunicación que cuenten nuestra realidad subjetiva (seguramente no
como la entendía el joven Tolstoi, pero subjetiva al fin y al cabo).
Medios de comunicación dirigidos a la mayoría social que vive de un
sueldo – pensión o está parada o precaria y que sufre día tras
día los envites del capital y los efectos de una crisis que no han
provocado pero que sin embargo están pagando. Necesitamos de medios
de comunicación para transformar la sociedad según la realidad que
construimos como clase social.
Pedro Luis López Sánchez, @estrateglobal
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